Diseño promocional del evento, publicado en las redes sociales de Internet.

Los primeros momentos de la República em Brasil

La Benemérita Logia Capitular Piratininga de São Paulo, conocida como “A FIDELÍSSIMA”, fundada el 28 de agosto del año 1850, e idealizada por Luís Alves de Lima e Silva, Duque de Caxias, quien como Gran Maestro del Grande Oriente do Brasil, hizo entrega de su Carta Patente; con motivo de estar celebrando los 60 años de vida masónica de Joaquim da Silva Pires, Maestro Masón de Grado 33 del REAA, quien inició su vida masónica un 11 de diciembre de 1959, es miembro honorario de la Benemérita Logia Piratininga, es Orador Emérito de la Augusta y Respetable Logia Estela do Sinaí, en la llamada Cúpula Estadual Maçónica de São Paulo, fue Secretario de Relaciones Internas de Asuntos Jurídicos, Secretario de Ritualística, Secretario de Cultura y Juez Presidente del Tribunal de Justicia Masónica, fundador y primer presidente del Instituto Cultural Ordem e Progresso, es también historiador masónico y ritualistico, escritor de ocho (08) libros sobre masonería y en su próximo, se focalizará la historia de Brasil en el período conocido como “República Velha”, 1889 a 1930, el cual está en proceso de redacción y que se espera sea colocado a disposición del público, en junio de 2020 -no es mucho lo que hay que esperar- escribe para la Revista Masónica Trolha (Cuchara del albañil) de edición mensual y de otra revista masónica de nombre A Estela, es abogado en Derecho Civil, y es portador de la Comenda de Mérito da Ordem Dom Pedro I., una o la más grande distinción del GOB, fue designado Orador de Orden del tema que identifica esta reseña, Los Primeros momentos de la República en Brasil, oratoria que fue realizada en su sede, ante la visita de dedicados masones y dilectos allegados, que se dieron cita para conocer lo que dicho Orador de Orden, expondría de esos momentos en la historia de este gran país.

Como la gran mayoría de los países del continente americano, Brasil, también es creado sobre las bases de un sistema filosófico y político llamado La República, en unos países, eso produjo guerras muy costosas que diezmaron su población y destruyeron sus economías, en Brasil fue de otro modo. Aquí se sucedieron los hechos de una manera menos violenta, fue mas pensada y negociada o simplemente fue el producto de una cadena de hechos que se sucedieron uno tras otro, de la mano de los hombres y mujeres que tuvieron algo que ver en cada uno de ellos.

Cuando leemos la historia de Brasil, nos encontramos hechos y detalles que ayudan a conocer mas lo que debería producir una mejor comprensión de los sucesos que produjeron lo que hoy es conocido como la historia, que inevitablemente será interpretada de maneras particulares, aun así, cuando una persona se aboca al estudio de esos detalles, de esas “pequeñas cosas” que suceden y de esos imponderables hechos, que terminan cambiando o transformando lo que se suponía debía suceder, entonces, se nos muestra ante los ojos de nuestra mente, unas escenas, unos panoramas, mas claros o mas confusos, pues en la mente del investigador y si es masón, la tendencia es mayor, aparecen otras incógnitas, otras preguntas y otras revelaciones que animan en la continuación del estudio y la búsqueda incesante de la verdad.

Así fue la exposición, detalles, personajes, momentos, puntualidades de hechos, palabras usadas, en documentos que con el pasar del tiempo es que pueden ser unidos y estudiados, para entonces, eran cartas enviadas con diferentes rumbos, a diferentes personas, donde se exponen pensamientos íntimos, donde se expresan sentimientos profundos relacionados con esos personajes que hoy son historia, o con conceptos que desde entonces conforman los valores que aún hoy son tomados en cuenta y preservados, como por ejemplo, conceptos de patria, lealtad, honor, en fin, el homenajeado orador nos paseó por unos hechos particulares así como los generales, que de una manera interesante, fueron unidos o tejidos con la delicadez de la mente acuciosa que solo quiere entender lo acontecido y así poder conocer la verdad, que como siempre, se mostrará a los ojos de quien la busca.

No debo entrar en detalles por pedidos del orador, dado que fueron expuestos elementos que están siendo plasmados en un libro que debe salir a disposición del público el próximo año, y cumpliendo mi palabra, me limito solo a sugerirles que es prudente esperar por ese libro para que con su lectura, tengan el acceso a esos detalles para enriquecer mucho mas, su conocimiento sobre la historia de la república en Brasil.

Soy de los que considera que Brasil formalmente tiene una fecha específica en la proclamación de la república, el viernes 15 de noviembre de 1889, “por el Mariscal Manuel Deodoro de Fonseca, quien destituyó al Emperador y asumió el poder en el país, instaurando la República Federal presidencialista y terminándose con ellos el sistema monárquico parlamentarista del Imperio de Brasil, lo que puso fin al reinado de Don Pedro II” (cita de Wikipedia), ambos personajes eran masones, pero ¿una proclamación realmente implica una fundación, en este caso de un sistema político?.

Cuando Don Pedro I, el 7 de septiembre de 1822 da el grito de independencia en Brasil, “coronándose luego emperador, con el título de Pedro I y siendo proclamado oficialmente como Emperador Constitucional el 12 de octubre de 1822, desempeñó papel preponderante en la lucha por la independencia de Brasil el ilustre y eminente patriota Don José Bonifacio de Andrada consagrado como el patriarca de la independencia” (Wikipedia), otro masón, se puede notar que las proclamaciones, normalmente, suceden luego de consumados los hechos, recordemos como en los rituales se suceden las proclamaciones; por tanto, se puede notar que cuando en 1889 es proclamada la República, la misma ya existía, y baso este parecer en los hechos que se suceden durante el reinado de Don Pedro II, quien fue educado por Don José de Bonifacio de Andrada, el mismo que fue Ministro de Pedro I y quien inicia en la masonería a ambos (Pedro I y Pedro II), en primer lugar, Don Pedro I crea una Monarquía CONSTITUCIONAL, este concepto ya le acerca a una república dado que todo sistema político que se basa en la Ley y se somete a ella, nos guste o no, es una República, al dotarla de una constitución, se confirma o reafirma esa condición de “imperio de la ley”, y posteriormente, durante la gestión de Don Pedro II, se puede resaltar como hechos lo que cito y edito de https://mihistoriauniversal.com/edad-contemporanea/imperio-de-brasil/:

Siendo una Monarquía Constitucional, hubo el respeto pleno a las libertades y derechos ciudadanos,

El Gobierno Parlamentario, es decir, un Cuerpo Legislativo integrado por representantes elegidos por el pueblo, fue respetado.

Llamó como consejeros del gobierno a políticos destacados y a otros hombres de gran figuración por su preparación y honestidad, como Pedro de Araujo, Paulino de Souza, el Visconde de Río Branco y el general Caxias, y Brasil llegó a erigirse, así, en una República coronada y no un Imperio.

Decretó la emancipación de los esclavos negros, a la vez que fomentó la inmigración europea, para compensar la falta de aquellos braceros libertados.

Modernizó la explotación de la riqueza azucarera, mediante la introducción de las maquinarias más avanzadas, así como las técnicas de cultivo más eficaces; asimismo, decretó la libre navegación en el Río Amazonas para todas las naves del Mundo, contribuyendo, con ello, a un mayor desarrollo de sus zonas fluviales; de igual modo, se intensificó la explotación del caucho.

Introdujo el teléfono, de invención reciente, creó el Instituto Pasteur para combatir la hidrofobia; a la vez que también hizo construir modernos observatorios astronómicos, así como numerosas líneas ferroviarias.

Todos esos hechos, muy vinculados a la filosofía masónica la cual está muy vinculada a la filosofía republicana, denotan que la relación entre la república y la monarquía parlamentaria es un hecho, y me parece que es demostrativo, quizás primeros en el mundo, como ésta Monarquía demostró que puede convivir con la república, que la supuesta aversión entre monarquía y república no es cierta, que si algo es rechazado es solo el abuso del poder que una u otra pueda ejercer sobre la población, solo eso, pero la república y la monarquía pueden convivir, pueden coexistir y generar y producir los mas benéficos resultados a la sociedad donde sea instaurada, fundada, ejercida y proclamada.

Continúo con la cita: “… No obstante las grandes obras que Pedro II realizó, tras su largo reinado, … el Mariscal Deodoro da Fonseca, dirigió la Revolución de 1889, la misma que triunfante desconoció al soberano, Pedro II. Este no ofreció resistencia alguna, embarcándose entonces rumbo a Portugal. Por la Constitución de 1891, Brasil se constituyó en República Democrática Federativa, con la denominación de Confederación de los Estados Unidos del Brasil, integrada por 21 estados y una capital federal, la ciudad de Río de Janeiro… Brasil experimentaría un formidable desarrollo el siglo XX.”, fin de la cita.

El Orador nos aclara que el Emperador no sería destituido, ello sucede por los imponderables, y que el plazo que le dieron de salida, no se cumplió, teniendo que embarcarse en la madrugada del 16 donde casi se produce un desenlace fatal por las condiciones que el mar tenia al momento.  Durante la exposición, se dieron a conocer detalles, que espero no faltar a la palabra dada, al mencionarlos aquí de manera sugerente, como que el deseo real de Fonseca era pedir al Emperador la disolución del Ministerio presidido por un “autoritário y aristócrata”, Afonso Celso de Assis Figueiredo, llamado Visconde de Ouro Preto, abogado y político brasilero que dirigió el último gabinete ministerial en ejercicio del Imperio de Brasil en 1889; que consideraba estaba hostilizando a los militares del ejército, y que por esos dimes y diretes de nombramientos de personajes no afectos, a niveles personales, produjeron decisiones basadas en supuestos acuerdos y órdenes dadas, que no eran verdad, además de la inclusión de la palabra República, por parte de quien llevaba el documento para su firma, en una proclama que no la contemplaba, probablemente, por ese aprovechamiento de las oportunidades que algunos no dudan en tomar para sí, y de esa manera creer que han logrado un éxito en sus objetivos particulares, percatándose o no, de los efectos que eso produciría a favor o en contra, de toda una sociedad, un pueblo, un país y el mismo mundo.

En resumen, los primeros momentos de la república en Brasil, se puede decir que son un encuentro de hechos e intereses particulares que se cruzaron unos y otros, produciendo un resultado distinto al que originalmente se deseaba y que una vez producido, no se pudo evitar la continuación de otros para generar una paz que produjese un beneficio al común sentir de la mayoría, es decir que Brasil saliese favorecida de todo cuanto estaba aconteciendo en cuestión de pocos días, especialmente de un día para otro.

Fueron unos cortos 40 minutos, donde “impulsados por la misma fuerza, trillando el mismo camino, camino de amor a la histórica de nuestra patria, protegidos por indoblables escudos, bajo la inspiración del amor a nuestra bandera que es el temperado amor a Brasil”, pudimos conocer mas y mejor la historia de un gran país que es parte de todos, dado el vínculo indisoluble que las repúblicas del mundo tienen entre sí, son lazos de sangre, de mente y corazón, de nobles masones quienes a lo largo de la historia forjaron las repúblicas que hoy sobreviven en un mundo que quiere ser dominado por las pasiones y los vicios, de quienes insisten en destruir lo que ha de ser preservado, protegido y cuidado por la fuerza de los corazones y de la misma espada que defiende el imperio de la ley que sirve a la humanidad y obra a la gloria del Supremo Creador.

Henry N. Díaz M.

M.·. M.·.

11 de novembro de 2019

São Paulo - SP. República Federativa do Brasil

Fotos: Henry N. Díaz M.